En el núcleo rural de Sandiche, Asturias, próximo al río Nalón, con magníficas vistas, se encuentra esta vivienda de fin de semana.
Volumétricamente se resuelve en una única planta, respondiendo a la escala rural del emplazamiento. Implantada lateralmente, se aparta de la calle lo suficiente para permitir el estacionamiento junto a la casa y el recorrido peatonal se realiza a través de unas losas de piedra apoyadas en el terreno.
Tres piezas articuladas entre sí organizan el espacio y marcan los usos: zona de día y zona de noche, ambas unidas por una pieza central que se disloca ligeramente para marcar el punto de acceso y se convierte en bisagra de las otras dos que giran levemente buscando la mejor orientación.
Luz natural, soleamiento correcto y contacto con la naturaleza. Así el dimensionamiento de los vanos es capaz de asegurar diferentes situaciones, el resultado es un vano-puerta que abre todas las estancias (comunes y privadas) de la casa al exterior, subvirtiendo la lógica de que la ventana no es un elemento de paso. La cubierta, inclinada a un agua, se prolonga en una de las fachadas laterales, en la parte Sur, conquistando un espacio exterior cubierto vinculado directamente con la
zona de día.